El sol apoyado en tu espalda
y tú, recorriendo el infinito.
Los caminos se cruzan y tú siempre de viaje.
Por el día
vendrá la primavera
a encender las ramas de
los árboles, alegrando la
mañana y tu silencio.
Los surcos del sendero tropiezan con tu sonrisa; se hacen cómplices
del viento.
Y así apareces celebrando la vida que corre por tus venas, el candor que desprende tu mirada.
Tu sonrisa está entre nosotros. Gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario