pura ternura

Arrozales, perdido por los alrededores de Yangshuo.- Guangxi .- China 07

Horas pedaleando, ahora por aquí, después por este cruce, y por este camino que tiene buena pinta. ¿Destino? Ninguno, simplemente pedaleando por los infinitos senderos y caminos de los arrozales chinos. Son paisajes de ensueño, además tienes la sensación de vivir todas las estaciones del año a la vez ya que te encontrarás con plantación recién puestas, otras muy verdes o en plena cosecha con el color amarillento.

Ufff, ahora sí que no sé ni dónde me ando. Solución cuando me pierdo por un túnel, pues salir por donde entré. Antes un descanso en este poblado que los 40 grados de calor seco pasan factura. Un agua, una sentada y libreta a escribir algo.

Y sale esta niña de una humilde casa. Se asoma con timidez desde la puerta, y poco a poco se va acercando curiosa. No gesticula, es silenciosa en sus movimientos de acercamiento cauteloso. La doy dos, tres, cuatro sonrisas. Nuestras miradas ya se han cruzado varias veces con esa complicidad de querer tener un encuentro cercano. Ella quiere ser invisible como si no está. Apenas se mueve, no dice nada, de su rostro no saco ninguna expresión. Y está a mi lado. Es fantástico.

He aprendido que muchas personas tan solo queremos compartir silencios, estar al lado. Nuestro campo vibracional hace el resto, las buenas intenciones nuestro lenguaje, no es necesario nada más.

Me hago el longuis y de repente saco con cuidado, no sea que se espante la nena ( la trato como si fuera un pajarillo miedoso) de la mochila el osito Chendu. Y simplemente le observa. La respondo con mi sexta sonrisa.

La nena es preciosa, quiero un recuerdo suyo. Ella en constante observación siempre no gesticula, no manifiesta expresión alguna. Dejo el osito a un lado y disparo. Como tiene pantalla la enseño cómo quedó y el resto de fotos realizadas. Muestra interés. De repente se gira y se va, se pira caminando con soltura, alegremente.

Me hace gracia ese giro de desapego como diciendo “ me voy a dar una vuelta tío, ahí te quedas”. Que instintivos son los niños, son geniales, tanto se aprende de ellos.

Y después por la noche ya tumbado en la cama, repasando las fotos que realicé en el día SORPRESA!!!!!! Pero si la nena me dio una sonrisa preciosa justo cuando disparé la cámara!!!!! Y no me había dado cuenta. Fue la única centésima de segundo de sonrisa que me regaló, y fue justo en ese momento, quiso que fuera aún más eterna!!!!!

Me emocionó esa coincidencia temporal de flash y sonrisa. Creo tener el tesoro más bonito del mundo. El día de hoy ha sido grandioso ha merecido la pena. Mi rostro, mi cara tienen un sonrisa de satisfacción plena, de felicidad absoluta, mi cuerpo está en una nube. Me voy quedando dormido con la imborrable sonrisa que me acompañará toda la noche. Amanece, me despierto y aun sigue, ha estado a mi lado…. toda la noche……
……..su sonrisa