domingo, 4 de enero de 2009

a fuego lento


Hue.- Vietnam.- Agosto 05
Siempre que hay un fuego lento hay calor humano y sentido del humor. La cantidad de horas que he pasado junto a esta mujer en su puestecillo de asar maíces, typical por toda Asia. Al verme llegar ya a lo lejos y de noche, yo veía-sentía como se la iluminaba el rostro. Era su sonrisa. Me ofrecía asiento y pasábamos juntos la tarde noche, observando el trasiego de la gente, compartiendo silencios, gestos y por supuesto SONRISAS. Su marido en la acera de enfrente arreglaba pinchazos y cualquier asunto de bicis. Más cachondo aún, y con unas orejas de Dumbo que te partías de......... risa.

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